miércoles, 10 de febrero de 2016

RESEÑA: El chico de la ventana del baño






TÍTULO: El chico de la ventana del baño

AUTORA: LadyReynolds

DÓNDE LEERLA: Wattpad

ESTADO: Completa (60 capítulos)


SINOPSIS

«Una pregunta, ¿es normal hablar con un chico que no conoces y que no has visto en tu vida mientras te duchas? Aja. Lo que me temía.
No, no es normal.»


RESEÑA

Esta es la historia de Clara, su nuevo vecino y un bote de gel de ducha vacío. Bueno, no, en realidad no. Pero lo que sí es cierto es que ese bote de gel tuvo la culpa de todo lo que pasó después.

Viviendo en edificios adyacentes y con las ventilaciones de los baños enfrentadas, les resulta imposible no oírse entre sí. Aunque al principio Clara desconfía y se siente incómoda por su insistencia en hablarle, con el paso de las sucesivas duchas no sólo hablan, sino que se convierten en grandes amigos, consejeros y terapeutas mutuos.

Hasta la mitad de la novela, el único escenario es el baño de Clara. Incluso después, los demás escenarios son pocos y concretos, cosa que me gustó de esta autora: Aplica el precepto de «menos es más» a la perfección. Y el estilo minimalista se extiende también a los personajes y el largo de los capítulos. Personaje que aparece, personaje que tiene una función concreta en la historia.

Siempre que leo una narración, del formato que sea —novela, novela corta, cuento, relato...—, me hago una pregunta al terminar de leer: Si quitara a X personaje, ¿modificaría la trama? ¿Perjudicaría a la historia si X no apareciera? ¿O es completamente inocuo? En el caso de El chico de la ventana del baño, todos y cada uno de los personajes aportan algo. Algunos son fundamentales para la trama, otros le aportan ritmo o comicidad, pero está claro que la novela no quedaría indiferente si quitáramos a cualquiera de ellos. Y eso es, para mí, fundamental a la hora de hilar una buena historia.

En general, están bien construidos y son consecuentes con sus respectivas personalidades y trasfondos. Incluso la figura de Axel, por el que siento un odio profundo y visceral —sin duda, la intención de la autora— es coherente desde que empieza hasta que termina. Pero. En esta parte hay un pero muy grande.

¡Clara, por lo que más quieras! ¿Cómo vuelves a caer con la misma piedra? Ya sé que aquí todos —hayan leído o no el libro, es indistinto— me saltarán encima argumentando que el amor no es racional, y que ella está enamorada y todo eso. Bien, tendré que confiar en vuestra palabra sobre el asunto. Yo siempre fui una persona racional antes que emocional —esa parte se la dejo a la otra Adrielle, la soñadora—, y una cínica de cuidado, así que...

Está bien, dejemos estar el enamoramiento equivocado de Clara y pasemos al segundo punto, el que de ninguna manera le puedo perdonar.

[ALERTA SPOILER]
Que su madre venga a secuestrarla y ella no sea capaz de decir NO, me molesta. Pero una vez más, podrían argumentar que no soy la más adecuada para juzgar. Está bien, se acepta. Sin embargo... ¿No se te ocurre llamar por el portero eléctrico para avisar de que te vas durante TANTO tiempo? En su lugar, nadie te hubiese esperado. Porque no tenías su teléfono, es cierto, pero la dirección sí. ¡Sabías dónde vivía!
[FIN SPOILER]

Adrielle, respira... Ya pasó, ya pasó...

Pero es que...

Esa es la diversidad de la naturaleza humana, hay que aceptar y respetar, aunque no compartas las elecciones que hagan. ¿Por qué no das por terminado el análisis de los personajes y pasas otro punto?

Bueno, está bien... Siguiendo con el análisis de los aspectos formales del libro —más allá de la buena trama y personajes—, el estilo general de la autora es muy fácil de leer, con una narración ágil, fresca y a menudo muy cómica. Los capítulos cortos pasan volando. Tanto que aunque digas «Vale, sólo uno más que ya se hizo tarde» acabarás leyendo hasta el final, así de un tirón.

En cuanto a la puntuación y maquetación del texto, así como la corrección gramatical —en mi opinión, tanto o más importante que tener algo bueno y original que contar—, debo restarle puntos. Está claro que en textos de la extensión de una novela es muy difícil que no se escape de la revisión ninguna errata, algún punto mal puesto o sobrante. Nadie puede tirar la primera piedra en ese sentido ni es lo que pretendo. Pero hay otro fallo que a mi parecer no puede pasarse por alto a la ligera: Los diálogos. Más concretamente, las acotaciones. Encontrarme los diálogos escritos en párrafos separados de las acotaciones me hizo rechinar los dientes durante toda la lectura.

¿Podrías darnos un ejemplo?

Preguntó alguien, seguramente la otra Adrielle.

No. Simplemente, no. No se puede poner así.

Está bien, sí, la novela fue ganadora de los Premios Wattys 2015, y creo que si nos fijáramos únicamente en la trama... Sí, para mí también sería ganadora. Es una historia MUY recomendable para pasar un rato relajado y divertido. Sin embargo, por los detalles que mencioné antes, no puedo darle mayor puntuación.


 NOTA FINAL: Buena (5/10)

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